Podremos estar o no de acuerdo con el fondo y forma de dichas manifestaciones, eso es algo comprensible, como entendible también, es que considero que nadie, excepto el gobierno, está de acuerdo en que éstos jóvenes fueran ejecutados y desaparecidos de la forma tan vil y cobarde como se han suscitado los hechos. Esto nos denigra como seres humanos, no debemos perder la capacidad de asombro, terror y empatía con el dolor humano.
Nadie que tenga un dedo de frente, estará de acuerdo con lo sucedido, excepto insisto, por las mafias entremezcladas en el estado mexicano.
Al día de hoy se sabe que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, cuenta con una suspensión provisional para no ser aprehendido por la PGR y el gobernador Aguirre Rivero se rasga las vestiduras proponiendo un plebiscito a fin de consultar si el pueblo desea la destitución del cargo conferido.
Lo cierto es que cada día más el pueblo está convencido de vivir bajo el sistema de un narco-gobierno y, cansado ya, se encuentra ante un inminente estallido social.
A lo largo y ancho de la república, el día de ayer (8 de octubre) se dieron en conjunto las más altas cifras de manifestaciones a través de distintos sectores de la población. Lo cual indica que efectivamente el hartazgo del pueblo está llegando al límite.
Por si fuera poco, el día de hoy llega el lujosísimo avión presidencial que costó (o costará) el doble que el Air Force One de los EUA, el país más poderoso y rico del planeta, causando más indignación entre la población mientras EPN se toma "selfies" con sus admiradoras compradas y acarreadas en el estado de Nuevo León mientras el país se cae a pedazos.
Soy apartidista declarado, convencido de que el sistema político mexicano está podrido, pero he de confesar que particularmente
cuando escuché la noticia oficial del regreso del PRI a los pinos me causó (literal) un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo y algo muy dentro de mi alma vieja me dijo que era el inicio del tiempo más violento y decadente desde tiempos de la revolución.
cuando escuché la noticia oficial del regreso del PRI a los pinos me causó (literal) un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo y algo muy dentro de mi alma vieja me dijo que era el inicio del tiempo más violento y decadente desde tiempos de la revolución.
Algo me dijo que estábamos ante el umbral de la podredumbre más abyecta de los últimos tiempos...y el tiempo mismo se encargó de darme la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Siempre tendré el placer de interactuar contigo, sobre cualquier tema tratado en mi blog, en un margen de respeto absoluto. !Gracias por visitarme!