EL INICIO DE LAS CAMPAÑAS, EN LAS
CAMPIÑAS MEXICANAS, QUE TERMINAN CONVIRTIÉNDOSE EN…RAPIÑAS. /Octubre 2014.
Comienzan las campañas políticas
para los comicios federales de 2015 y arrancan…como siempre.
“Dando” del erario público pues
de ahí toman el dinero los partidos y sus candidatos para “regalar”.
Con las mejores sonrisas y discursos
demagógicos. Corriendo o “trotando de correr” con su séquito de saqueadores en
eventos deportivos que más que llegar a la meta con la lengua de fuera, quieren
llegar al “hueso político”, a riesgo de quedar ahí infartados pues jamás hacen
ejercicio (los más). Dando una imagen de lo que no son ni serán jamás.
Comienza el despliegue al estilo
Las Vegas con grandes espectaculares para transmitir la imagen de los actores políticos,
perfectamente diseñados por el marketing para que den su mejor perfil, su mejor
ángulo, su blanca y transparente mirada, su pulcra vestimenta.
Comienza el acarreo “tortero y
playero” sin faltar la gorra con el emblema del partido.
Comienza el “despenseo” y el
despliegue de las acciones de “beneficio social” del partido en el poder.
Comienzan los desvíos del erario
destinado a otros programas, pero que en tiempo de campaña hay que dirigir a
las masas. (En tiempos de guerra, hasta con la cazuela hay que entrarle).
Arranca la maquinaria mediática
para dejar su impronta en la ignorancia.
Comienzan los “baños de pueblo”,
las “selfies” con niños pobres, hambrientos y desprotegidos.
Comienza en pocas palabras la
barbarie política, que finalmente y una vez terminada tan “agotadora labor” concluye
dando el triunfo a los siguientes saqueadores del dinero y dignidad del pueblo.
Pero…¿Qué debemos hacer?¿ Qué debemos
hacer los ciudadanos conscientes que tuvimos la fortuna de tener educación
académica y axiológica, de tener los recursos materiales e ideológicos para
sobrellevar una vida tan sólo un poco más digna vs la miseria de millones de
nuestros hermanos?
Basta de lamentos de aquéllos que
sabemos cómo se maneja el destino del país…
Ante la, en ciernes participación
de candidatos ciudadanos independientes para aspirar a un cargo público de
cualquier nivel, no tenemos de otra más que seguir votando por los miembros de
la partidocracia. ¿Cómo tener la
esperanza de tener mejores gobernantes y candidatos a puestos públicos?
Personalmente sugiero (y
bienvenidas otras propuestas), que debemos de:
1.
HACER
CAMPAÑA CIUDADANA PARALELA.
Sí, debemos día
a día, cuando menos tratar de informar, que no influenciar, por todos los medios posibles (que no se
comparan con los medios de los candidatos por supuesto) a todas “las masas”,
sin querer usar ése término peyorativamente, para que reaccionen y no permitan
que les compren su voto a cambio de un dinero o una despensa que les durará una
semana cuando más. Y hacerles conciencia que con ese voto aseguran su hambre,
falta de empleo y oportunidades por el término que gobierne o ejerza su cargo
el comprador de su sufragio. Que nos roban todo lo poco que tenemos a cambio de
una despensa y promesas falsas llenas de esperanza.
2.
ACUDIR.
A cuanto evento
de campaña tengan los aspirantes, especialmente a los del distrito al que
pertenecemos, para: dialogar, discutir, cuestionar y exhibir la ignorancia de
los candidatos en términos de políticas públicas y desconocimiento de las áreas
que pretenden empoderarse, a fin de hacerle entender a su audiencia
públicamente, que ya no estamos tontos ni dispersos. De ahí saldrán si no los
buenos, los menos malos para ostentar un cargo público.
3.
SENTAR
EVIDENCIA.
De las palabras
y promesas de los candidatos. Gravar en video y/o audio los discursos de los candidatos
para tener sustento a la hora del reclamo ciudadano.
4.
INFORMARNOS.
Del perfil
(real) de los candidatos, de su vida cotidiana y su pasado, sus acciones y
posturas ideológicas personales. Eso nos dará una clara visión de a quién
tenemos enfrente, tratando de conseguir nuestro voto.
5.
DESENMASCARAR.
Con hechos
concretos y libres de duda (sin difamaciones) a aquéllos candidatos que ante un
pueblo ignorante (desgraciadamente así es), caen ante las promesas sin sustento
alguno de los aspirantes.
6.
SELECCIONAR
(individualmente).
A aquéllos que
tengan clara una visión estratégica para cumplir con su dicho. Que exista
congruencia. Ante los típicos: “aumentaremos el empleo como nunca”, “será
nuestra sociedad una sociedad segura”, “brindaremos servicios públicos más
económicos a toda la población”, “abatiremos
los índices delictivos”, “atraeremos el turismo”, “abatiremos el hambre del
pueblo” “transformaremos la educación” “atraeremos inversiones”, bla, bla, bla.
Debemos cuestionarlos con una simple pregunta: ¿Cómo piensa lograr eso? Quien brinde
una respuesta REALISTA, congruente y no demagoga, seguro tendrá el voto de su
simpatizante.
7.
PROMOVER
EL DERECHO Y OBLIGACIÓN AL SUFRAGIO.
Comenzando por
nuestras propias familias y nuestros barrios. Existen organizaciones civiles y
muchísimas personas que creen que anta tanta impunidad y manejo tras cortinas
de las elecciones entre los tres principales partidos en la nación, promover el
NO VOTO como una manera de “protestar”, de decirle a los políticos “no te
creemos” es una manera de cambiar nuestra realidad. Eso es un grave error, y
sexenios enteros se ha demostrado que eso no tiene ningún efecto positivo, pues
dejamos de utilizar la única herramienta que tenemos hoy por hoy para que emerja
la democracia autentica. Dejamos que el voto duro siga manejando el destino de
la nación en manos y mentes abyectas. ¿Tenemos idea de lo que cuesta (a
nosotros) UN VOTO y toda la maquinaria para que se ejerza? Y aún así lo dejamos
a un lado a favor de los partidos políticos para que echen a andar su
maquinaria pesada comicial. No señores, no señoras, no jóvenes… dejar de votar
es IRRESPÓNSABLE, más allá de un derecho, ES UN DEBER CIUDADANO. ¿Que está
podrido el sistema? De acuerdo, pero cuanto más sea nuestra apatía, mayor peste
se seguirá propagando en nuestra nación, en perjuicio de los más de 50 MILLONES
DE POBRES! Que existen en el país. Es un verdadero error dejar de votar y las
generaciones futuras nos lo reclamarán.
8.
PARTICIPAR
COMO VERDADEROS CIUDADANOS.
En todo evento
que conlleve una afectación a la sociedad. Debemos transitar hacia la
democracia participativa. Hoy en día con escasos si quieren, pero efectivos
derechos constitucionales (derecho a la información, derecho de petición,
derecho a la expresión, etc.) podemos y debemos PARTICIPAR y no solamente vociferar
nuestro desacuerdo a través de las redes sociales, que hasta ahora las hemos
utilizado como eso…”redes” del gobierno para monitorear el descontento social y
como termómetro para bajar “la temperatura del hartazgo social”.
La imagen que presento es de un
solo partido, pues en éste momento no dispongo de otra, pero valga mi
aclaración para manifestar que soy apartidista de hueso colorado.
Hace catorce años tuve la
esperanza de que éste partido generaría cambios relevantes en nuestro sistema
de gobierno en beneficio de la sociedad entera…me equivoqué, es PAN con los
mismo (PRI/PRD) y sus rémoras.
No creo en la partidocracia, no
creo ni mucho menos confío en el sistema, pero algo hay que hacer y comienzo
con ésta sencilla reflexión que comparto.
…En beneficio de nosotros mismos
y de las generaciones venideras tenemos que asumir el rol que históricamente
nos corresponde.
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