EN DISERTACIÓN AXIOLÓGICA. (Se puso bueno el tema).

¿Cuántas parejas hoy en día están dispuestas a asumir un compromiso?
¿Cómo se ha desvirtuado el significado del amor?

Recordé un libro que hace tiempo disfruté (y padecí), que describe a la perfección a la sociedad urbana contemporánea; “El hombre light”.

El autor, un psicólogo español, Enrique Rojas, describe al hombre como un ser sin ánima, sin consciencia, dormido y aprisionado a través de lo que parecieran los jinetes del Apocalipsis espiritual:

PERMISIVIDAD.
Todo se vale…todo. Porque ya no vislumbramos los valores. Todo es permitido en base a una cultura que “nos libera de ataduras”. Así que ahora, si pongo el cuerno, pues…-es que en su momento lo sentí!, es que mi mujer (o mi marido) se lo merece, no hago otra cosa más que vengarme-. Si robamos, pues…-Todos lo hacen, no seas pendejo-. Si herimos, pues…-A mí también me la hicieron, no hay pedo, así es la vida-.

La libertad no tiene fronteras, así que haz lo que te venga en gana sin importar a quién lastimas o por sobre de quien pases. Olvidando anteponer la palabra y el sentido más grande de la existencia en palabras de Agustín de Hipona…”Ama y haz lo que quieras” y aún así no dejará el hombre de decir “Me amo a mi mismo(a) por eso hago lo que quiero”. Olvidando también las palabras de Saulo de Tarso “…si no tengo amor, no soy nada”. Olvidando a Jesús que en todo su ministerio nos vino a enseñar el camino a la vida, la verdad y el amor.

...Continuando con Enrique Rojas y los otros jinetes del Apocalipsis espiritual;

EL RELATIVISMO.
Para el hombre contemporáneo no existe ni el bien ni el mal, ya que todo depende del enfoque con que se percibe la realidad. Se convirtió en un ente sin moral, un manojo de instintos insatisfechos, un pozo sin fondo de iniquidades “permitidas”…todo depende de.

EL CONSUMISMO.
La cultura del consumismo, el “yo tengo” por encima del “yo soy” aunado al relativismo y la permisividad es lo que tiene sumido al hombre en una profunda patología existencial que deriva en depresión clínica y mortal, cada vez convirtiéndose en una pandemia mundial que está llevando a la humanidad a su autodestrucción.

EL MATERIALISMO.
Sólo vale lo que tiene un precio. El dinero convertido en Dios.

EL HEDONISMO.
El placer por el placer, vivir el momento sin importar cómo lo estamos viviendo, simplemente hay que gozarlo sea lo que sea. El orgasmo, el mayor de los placeres, no importa con quién(es), con qué o cómo.

Mi conclusión en la participación del tema de las parejas, no olvidando que estoy “socialmente separado” de la madre de mis hijos, la mujer más valiosa en mi vida y de quien nunca me he deslindado ni mucho menos de mis hijos y por ende haber vivido y experimentado mis propios desaciertos, fallas, errores asumidos y aprendizaje adquirido… lo resumo en ésta hermosa frase que para mí, expresa el verdadero compromiso de vida de las parejas, sustentado en el legítimo amor.

“Si para recobrar lo recobrado, debí perder primero lo perdido…
Si para conseguir lo conseguido, tuve que soportar lo soportado…
Si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido. Tengo por bien sufrido lo sufrido. Tengo por bien llorado lo llorado…
Porque después de todo he comprobado, que no se goza bien de lo gozado… sino después de haber padecido.
Porque después de todo he comprendido, que lo que el árbol tiene de florido… viene de lo que tiene sepultado.”