Hay ocasiones que la vida muerde, que el sol lastima,
que la noche es más fría que oscura, que el aire sofoca,
que la luz encandila, que la alegría desaparece, que la palabra hiere,
que el sentimiento mata...

Pero yo... bendigo todo ello.
Bendigo a la oscuridad para que aprecie la luz cuando aparezca,
bendigo el hambre para que cuando llegue el pan me sepa verdaderamente dulce, acaricio al frío para cobijarme después en cualquier portal...

Y bendigo al hombre,
que a pesar de que me lastima a cada paso con sus palabras, acciones, pensamientos y sentimientos, recuerdo y no se me olvida que yo también lo soy...

Y como tal he abofeteado, he herido, he golpeado...la inmensa mayoría de las veces de manera inconsciente, pero finalmente lo he hecho.

Por eso no dejo de amar y amarme, pues en la imperfección de mis actos,
distingo claramente al Dios vivo que habita en mi ser,
en cada célula de mi cuerpo, en cada pensamiento, en cada palabra...

Sólo es cuestión de no olvidarlo y...continuar.

Sólo continuar, a veces sólo, a veces acompañado, a veces con otros andantes desconocidos,
en ocasiones reencontrando a viajeros, pero caminando...

Caminando sin mirar atrás más que para bendecir lo que se ha ido,
lo que tal vez nunca vuelva, lo que alguna vez amé y me dio vida,
lo que adoré y cuidé como a un niño.

Sólo para eso de vez en cuando volteo y...sonrío.

Qué ganaste mujer,
Si cuando te vengaste de lo que nunca hice, yo gane al ver la realidad...

Qué lograste amada,
Si cuando lo fuiste, no lo supiste valorar...

Y hoy, después de años, añoras cuando menos mi voz escuchar.

Qué gloria alcanzaste al querer mi alma destrozar...
si con eso sólo tú perdiste, hoy te invade una inmensa soledad.

Podrás mil amantes presumir, como a ti te gustan, disfrazados con Armani, Dolce & Gabanna y de su brazo caminar.

Pero, (palabras tuyas), siempre añorarás el perfume de mi piel natural,
Siempre recordarás la inocencia y ternura con la que te invité a mi mundo, lleno de cosas sencillas y maravillosamente mundanas, sin falsas poses,
Mostrándote sin fútiles vestimentas al imperfecto humano que soy.

"Te propongo" y "Ojos de cielo" serán canciones que jamás olvidarás,
seguidas de "How can I tell you" y "óyeme" que cantábamos a coro firmemente tomados de la mano al pasear.

Qué ventaja alcanzaste al fingir siempre y pregonar honestidad,
Si al final te perdiste en tus propias mentiras y tu iniquidad...

Qué sueño acariciaste al abofetear el amor que te di,
Si ese amor no murió jamás
Sólo cambió de lugar.

Qué te hace de dama presumir,
Si ese lugar yo fui el único en tu vida que te lo di.

Qué pretendiste con querer a la postre conmigo jugar...
Si sabes que yo no tengo entrañas para a nadie lastimar.
...Menos a la mujer que algún día quise desposar.

Sigue tu camino mujer que un día fuiste el arquetipo de mi admiración, mi total entrega, mi amor incondicional...

Sigue y libera tu alma,
Yo no guardo rencores,
Siempre mi alma de niño me hace el dolor olvidar.

Continúa tu senda, desnuda tu maravilloso ser, no lo vuelvas a tratar de maquillar,
Que algún día alguien (como lo hice yo), sabrá apreciar...

Muestra al mundo lo increíblemente hermosa que tu alma es,
No necesitas mentir, no es menester lo que no eres aparentar.

Avanza sin mirar atrás
Que al menos conmigo no hay cuentas que pagar.

Me quedo con lo mas dulce de tu mirar,
Aprisiono los muchos momentos dichosos compartidos que en mi mente quedarán.

Agradecido con la vida por todo lo bueno que me enseñaste y compartiste, porque lecciones muy buenas me diste, lo acepto con amor y humildad.

Me quedo con lo que un día me dijiste: "nothing compares to you"
Y tú jamás olvides que nunca te mentí, yo cuando dije amarte siempre lo sentí.

Recuerda lo que siempre con hechos demostré,
que cuando se ama...es para siempre.

Sólo que en este caso, ese amor se queda conmigo y con nadie más...

Como una fuerte afirmación de quién soy, como la prueba fehaciente de un hombre que ha aprendido a amar...y perdonar.