“EL TIEMPO”

Aliado de unos, que en la paciencia saben encontrarlo como amigo.
Enemigo de otros, que lo despreciaron y jamás lo recuperarán.

Acoso del insensato, que no encuentra como robarle un segundo.

Verdugo cruel de la belleza banal y efímera del cuerpo, que maquillaje alguno jamás engañará a nadie, dejando en amargas sombras la juventud, fortaleza y belleza que sólo se lleva en el alma, pero tarde lo comprendieron.

Huella imperecedera de los actos, de aquéllos que serán honrados en la memoria de alguien.

Mudo testigo de lo Eterno,

Burlón de los bufones, que a bufonadas engañaron y se engañaron a sí mismos.

Castigo del criminal, pues a cada segundo vivirá inmerso en la angustia de ser atrapado por su conciencia.

Infinito para el que ama, pues el que ama jamás muere.

Celda eterna de hierro candente del inicuo,

Imperceptible para el necio, que cree saberlo todo,

Amante de la sabiduría, de aquél que comprende que en ella, se vive siempre en paz.

Maestro único de las almas, pues nada ni nadie enseña más que él,

Inexistente para el virtuoso, pues su propia virtud lo opaca,

Gustoso de la verdad, pues nadie escapa a que su mentira sea eterna,

Instante fortuito del fiel arrepentido,

Laurel que ciñe la sien de los grandes hombres, y los hace trascender,

Espada justiciera al final del camino,

Lapidario de sueños, de todo aquél que dejó cientos de páginas en blanco, horas malgastadas, lecciones no aprendidas y costumbres malhadadas,

Tesoro único de la vida, que no ofrece otra oportunidad para ser lo que se quiso ser,

Llanto del amargado y alegría para el que supo siempre…

Siempre apreciarlo.